martes, 3 de julio de 2007

"la mirada que le devolvió el espejo no era la suya"

La mirada que le devolvió el espejo no era la suya. Y como siempre que esto ocurría, Eric se quedaba largos ratos, a veces largas noches, contemplando su reflejo, quieto, frente al espejo, con mirada sombría y mandíbula apretada, queriendo ver otra cosa, queriendo verse a sí mismo, o acaso encontrarse. Pero no, esa mirada no era la suya, era de otro, la de un loco al que las gotas de sudor resbalaban por las sienes si el amanecer se encontraba cerca y él continuaba perdida la mirada, sin encontrarse, sin reconocerse.
Entonces se ponía nervioso, y las sienes hundidas en sudor comenzaban a palpitar. Eso sí que veía en el espejo, y también como los brazos se le hinchaban bajo la camisa, y la corbata se le quedaba pequeña, y todo su cuerpo se quedaba en tensión, los músculos surcados de venas, y la mirada que no veía, que no podía ver, inyectada en sangre y fuera de sí, enloquecida. Eric sabía bien que si el amanecer le sorprendía con los primeros rayos de luz y él seguía sin encontrarse, si el espejo no le devolvía lo que él quería ver, una ira enloquecida le haría peligroso, muy peligroso, y entonces tendría que cruzar el umbral de la puerta de su piso entre fuertes espasmos de rabia, con los puños aferrados, blancos de la presión, y la respiración agitada, el corazón palpitando desbocado, a dar rienda suelta a una impotencia y un odio enfermizo. Eric no respondería de sus actos, como no respondió las anteriores veces que esto había ocurrido, aquellos días que por pura casualidad, tras una larga jornada de trabajo, su mirada cansada se posaba en el espejo empotrado en el armario de su cuarto, y la locura se desataba, y su sed se volvía implacable a la mañana siguiente. Ya lo había hecho otras veces y las consecuencias habían sido terribles para los vecinos del barrio, y esta vez no sería diferente, así que cuando el amanecer anunció su llegada y la habitación se fue inundando gradualmente de luz, Eric, lanzó un alarido desgarrador, se estiro con fuerza de los cabellos una media hora, y siguió los mismos pasos que otras mañanas no sin antes armarse con un juego de cuchillos de cocina.
Y así cruzó la puerta, y bajó las escaleras, y cruzó la calle, y entró en un establecimiento, recién abierto, y echando espuma por la boca lo primero que hizo fue bramar encolerizado:
- ¡Quiero cambiarlo!
El dependiente, sereno tras el mostrador, suspiró al verle entrar al tiempo que se limpiaba las salpicaduras de la cara.
- Tu otra vez… Te refieres al empotrado en el armario, por supuesto
- Sí, mierda, sí. ¡Y el juego de cuchillos! No lo quiero. ¡A la mierda todo!- escupió Eric, rabioso, poniendo el maletín que contenía los cuchillos violentamente sobre el mostrador.
- ¿Qué pasa con los cuchillos? Regalo de la casa al mejor cliente de LA CRISTALERIE, no se puede usted quejar…
- No los quiero, ¡no los quiero!- gritó Eric, ya descompuesto y dando pataletas en el suelo. –Sólo quiero otro espejo, otro puto espejo, nada más. Quiero encontrar mi mirada, quiero que el espejo me devuelva mi mirada, sólo quiero eso. Ayúdeme- ahora se arrastraba hacia el mostrador suplicando clemencia con manos temblorosas- por favor, se lo suplico…
- Bueno…, nos pasaremos en media hora. Las medidas y eso.., las de siempre.
- ¿Qué son esos gritos cariño?- una voz proveniente de la trastienda se materializó. – ¿Es él otra vez?
- Sí, es él- y sin disimulo añadió apenas en un susurro imperceptible-…el loco, pero también la mano que nos da de comer…

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ES un poco de mi estilo...
¡que noooo!
Me ha gustado, está bien ese toque que le das... no sé xq te escribo si no lo vas a leer y te lo tendré que contar mñna.
así que te djo akí tirado arrastrándote a mis pies (:P)
smuaks de fresas y guarrerías del estilo!

Anónimo dijo...

Wuau! Menudo estreno! Escribes fenomenal y me ha parecido una historia muy diferente a las que suelo leer...Sinceramente, prometes!

Anónimo dijo...

que no se te suba a la cabeza este último comentario... a ver si vas a pensar que eres bueno o algo!

Carabiru dijo...

Ais! y dices que no sabes como escribir! Pues menos mal!!!

Bienvenido a cuentacuentos y espero que este sea un ejemplo de lo que piensas ofrecernos!!

Ah! casi esperaba que el tal Eric se volviese verde y fuese por ahí "Hulk rompe", ya sabes, por lo de Eric Bana, jejejje.

Pugliesino dijo...

Y a tragar! Que la pela es la pela :)
Buen debut! De la rabia a la ira y de la ira hacia la desesperación hasta que ella se transforma en súplica. Posiblemente una mirada de comprensión resultara mas efectiva que lo que pudiera ver en cualquier espejo, pero claro, entonces no daría de comer.
Lo dicho, un debut muy bueno y espero a tu regreso no dejes de escribir.
Buen fichaje Scry! :)
Un abrazo