sábado, 10 de mayo de 2008

ÉRASE UNA VEZ EL SIGLO XXI

He aquí una visión general, y personal, de cómo vienen las cosas en el futuro. Se le puede llamar relato, mas no esconde belleza alguna su forma; se le puede llamar ensayo, mas yo no albergo en mi cabeza los conocimientos necesarios para esculpir ensayos…Palabrería aparte, simplemente decir que hablo sobre el siglo XXI, y sobre cómo van a ser las cosas, a la vista de cómo están desarrollándose las cosas en la actualidad. Obedece a una necesidad de contar, y no está sujeta a las opiniones y gustos de los lectores, ni está dedicada a los lectores, ni se ha intentado desarrollar amenamente para los lectores; simplemente he dado forma a mis pensamientos y he permitido deslices y licencias, todo lo que me ha dado la gana, de modo que lo que leeréis será muy natural, muy honesto, seré yo y mi anti-yo bajo las máscaras de unos cuantos personajes.

Decir también que he necesitado muchas palabras para contar mucho menos de lo que quería contar, así que vendrán capítulos, si es que sigo con las ganas de hacerlo.

Ojala me lluevan críticas por esto, ojala me salgan personajes al paso que me aporten su punto de vista. Que me insulten incluso, si con ello consigo aprender algo más. Pero recordad que esto no es para vosotros, es para mí.


Primer capítulo.

Érase una vez el siglo XXI.

Y la joven profesora se dirigió a sus pupilos:

—Elegid niños: o rojo o azul.

Entonces uno de los niños alzó el brazo, temeroso.

— ¿Y por qué no verde, amarillo o rosa?

Aquí es cuando yo, narrador omnisciente, me eché a reír. Ja ja ja, hice, y no paré de reír hasta un buen rato después. Pobre iluso, pensé, todavía no ha comprendido los engranajes de éste juguete, no se ha leído las instrucciones de éste juego; aunque, todo he de decir, me sorprende, y gratamente, que en este siglo tan complejo y elemental, encorsetado en una realidad muy simple y muy digerible, todavía se encuentren niños que se rebelan y preguntan, aún siendo desde lo más profundo de su inocencia y curiosidad, y quizá sólo gracias a su profunda inocencia y curiosidad.

— No, nada de eso. O rojo, o azul. Elegid niños.

— Pero…—el niño preguntón salta de nuevo—por qué no el verde, a mi me gusta el verde, o el amarillo, el amarillo también es bonito, y también el rosa; bueno, el rosa no que es de niñas…

— O rojo o azul. Sólo uno de los dos, que sino empezamos a reflexionar y perdemos horas lectivas, y eso ni es bueno, ni es práctico, ni es productivo, ni es nada.

— ¿Qué es reflexionar?— pregunta esta vez el niño, ostensiblemente más animado.

La moderna profesora se queda un pequeño rato en silencio y finalmente, y tras precisamente reflexionarlo, responde:

— Pues verás, niño preguntón, reflexionar es como si uno se hallase, de repente y sin esperarlo, ante la bifurcación de una senda cuyo trazado ha estado hasta ese momento perfectamente delimitado, si acaso sinuoso e incluso en zigzag, pero claramente marcado con tiza blanca en sus bordes, de forma que uno no se pregunta a dónde va, porque esto es del todo innecesario, hasta que llega la bifurcación, y dos carteles, al cual más oxidado, apuntan hacia extremos opuestos, y es ahí cuando tiene que elegir si se adentra en el camino de la derecha o en el de la izquierda.

El niño asiente, tratando de asimilar las palabras o más bien haciendo como que asimila las palabras. Pero algo ha entendido.

La profesora, satisfecha de su sorpresivo discurso, y ante la mirada de desconcierto de sus pupilos, decide explayarse con deleite:

— De todas formas niños, eso de reflexionar es más bien cosa del pasado. Antes incluso de iniciar el recorrido, en otros siglos, ya se estarían preguntando que habrían de hacer en caso de llegar a dicha bifurcación, sin tan siquiera verla, cosa del todo absurda como podéis imaginar. Antes también tenían que elegir entre más caminos, eso también es cierto, y elegían y recorrían ávidamente dichos senderos en busca de un mundo perfecto, de una utopía, porque las sociedades eran imperfectas. Pero ahora niños, ciertamente, debéis dar gracias al progreso, pues ya no hay necesidad de utopías, la utopía está alcanzada, hemos tocado el horizonte con los dedos y, como ya digo, no hay necesidad de ella, de utopía, pues estamos en ella. Si no fuese así lo que ahora digo, ¿Creéis de veras que continuaríamos con la misma Constitución del siglo pasado? ¿No la habríamos cambiado, con la democracia, los ciudadanos progresistas y modernos si realmente hubiese hecho falta?

Los niños asienten embobados al unísono. Hay por ahí a uno que se le caen los mocos.

— Pues no lo entiendo— empieza el niño preguntón, divertido por la situación—. Si antes podían elegir entre más colores estoy seguro de que la vida sería mucho más bonita. Mejor tener que elegir el camino a cada momento, perderse y encontrarse, a que te den uno con las flores ya pisoteadas por otros. Y, además, ¿a dónde ir?, si ya se tiene todo, para qué echar a andar. A mi no me mandan en casa a por utopía si ya hay utopía en casa. Es divertido que haya muchos caminos, como un laberinto donde poder jugar a muchas cosas.


La profesora, inteligente, guapa, joven y esbelta –y fíjense bien en las prioridades de vuestro Narrador- habría sido muy plato de mi gusto, vamos, que me habría enamorado de ella, de no tratarse, claro está, de una simple y aburrida Hija de su Tiempo, encajada entre las ideas, los valores, y las escasas nociones que ella misma había aprendido en esa misma aula, o parecida, se me entiende, pocos años atrás.
Pues bien, si describo a la señorita es porque me empezaba a parecer del todo insoportable no describirla, al esculpir en ella, a medida que dotaba de vida a su personaje, cinceladas de fresca hermosura, recreando suaves curvas doradas de feminidad bajo velos que sólo mis febriles evocaciones destapaban… Licencias del Narrador al margen, prosigamos con la historia, no sin antes advertir al lector, en el hipotético e improbable caso de que éste hubiese llegado hasta aquí –cosa muy meritoria por su parte- de que es deseo del Narrador, es mi voluntad -y mi voluntad es mi destino- materializarme en personaje, para que se midan las caras la Hija de su Tiempo, y Dios, que soy yo.

Pero eso será más tarde. De momento la chica contesta al niño:

—Tú crees que es divertido, niño preguntón, pero nunca lo fue en absoluto. Y te diré porqué: Imperaba la confusión, los antagonismos, los enemigos, las clases, los radicales, los polos opuestos… pues cada uno elegía un camino, y los caminos se ramificaban y crecían y se retorcían con violencia, y en cuanto éstos caminos se cruzaban estallaban las guerras; y no solo guerras, sino también matanzas y atrocidades cometidas por el hombre y sufridas por el mismo. Cuando el camino es seguro, y es uno, no debes preocuparte por el qué vendrá, pues uno sabe en todo momento que tras la siguiente curva, tras la siguiente cuesta, tras el siguiente puente, en nuestra senda no acecharán los peligros; de modo que podemos concluir, y atended bien a esto niños, que la libertad, que es esencia y aspiración humana, sólo se consigue si se establece el marco necesario en el que queden reguladas, controladas y limitadas las acciones humanas, en pos del interés de la sociedad del bienestar y del correcto y no intervenido funcionamiento de los engranajes del mercado. Para la libertad se debe de proveer los límites o el margen de la libertad, y eso lo hacen los Estados Progresistas. —ante las miradas de desconcierto y las caras de puro aburrimiento de los niños, la profesora decide rematar—…Vamos, que si el camino es seguro, despreocupadamente podrás jugar y divertirte, sintiéndote seguro, sin señores malos con gabardina acechando entre arbustos, y siendo feliz, muy feliz, extremadamente feliz, de caminar tan alegremente. Así que tú, niño preguntón, si quieres, puedes elegir otro color, porque en esta sociedad todos somos libres, recordad bien esto niños, pero a los demás os digo siguiente: También vosotros podéis elegir otros colores, pero que no os quepa la menor duda de que el azul y el rojo son, de entre todos los colores, los más bonitos y llamativos, los colores que escogen los niños inteligentes y educados, los obedientes y los prudentes, los buenos y los justos y, como no iba a ser de otro modo, en recompensa de la elección acertada, repartiré caramelos entre los que saben elegir bien. Habéis de saber niños que en este mundo, y la historia lo demuestra sobradamente, las actuaciones más inteligentes son aquellas que repercuten positivamente en nosotros; se trata de saber buscar el sentido práctico que contribuya a nuestros fines sin mayores complicaciones. Así que: elegid niños, o rojo o azul.

Los niños eligen entonces. La pantalla táctil de la mesa de la profesora se enciende, parpadea, y muestra un abanico en rojo y azul, de modo que enseguida descubre, con la mirada curiosa de quien desnuda el comportamiento humano, cómo los niños se han decantado por uno color u otro, en función de la elección de sus amistades cercanas. Comprueba enseguida que los rojos corresponden a los votos de los niños internos en el centro y los azules a los niños que acuden a las clases y regresan después a sus casas.
Una curiosidad: el niño preguntón ha elegido el color verde, el niño al que se le caían los mocos -un soñador que no se ha enterado de nada y no ha prestado la menor atención- ha elegido el amarillo, y la niña más lista de clase ha elegido el gris.

Una vez repartidos los caramelos a los niños buenos, obedientes y sensatos, a la pregunta de “¿Por qué has elegido el gris, 0013, siendo como eres la niña más lista, por qué has elegido el gris, si puede saberse?, la niña responde enigmáticamente: Porque he pensado que yo voy a ser el color intermedio y neutro entre los colores fuertes. Ahora no he tenido caramelos, lo cual me da bastante pena, pero como soy la más lista de clase he ido más allá y he pensado que, a lo mejor, o seguramente, sí, lo más seguro, a mi me lo parece al menos, es que, al elegir yo un color neutro que se deja llevar bajo el nombre de centro, quizá pueda acercar los colores fuertes y enfrentados, poco a poco, para que vayan perdiendo su fuerza y no haya tantas diferencias entre ellos, de modo que aunque sigan defendiendo que son rojos o azules, añadirán que son grises también, eso al principio, y comenzarán a darme todos los caramelos, y llegará el día en que gracias a mí todos serán grises, y renunciarán a sus colores para ser grises y sentirse grises. Y ya no habrá diferencias y los caramelos los recaudaré yo. Sí, así lo creo, así creo que será.

Ahora, Vuestro Narrador omnisciente, se encuentra cansado. Así que proseguirá otro día, con el capítulo segundo de ésta historia tan magnífica. Quizá se explique también por qué los niños son tan listos, se hable sobre la eutanasia ética dirigida por los Estados, se hable de si se cumplen o no las predicciones de la niña lista y quizá visionaria, de las reacciones de los niños “minoría”, se presenten nuevos personajes- estoy por presentarme yo mismo- y más cosas que se me vayan ocurriendo, viendo la tele, por sugerencias e ideas de terceros, etc.


· Frase original “Elegid niños, o rojo o azul” de Irati Elorza, o también conocida como Scry en la red.
·Basada en la idea original de Irati Elorza, o también conocida como Scry en la red.

Próximamente Segundo capítulo….

“El futuro es hoy, es el paso que va a darse, el zapato en su trayectoria hacia el asfalto. Sólo hay que imaginar el trazado que seguirá ese objeto en movimiento”
J.A.

1 comentario:

Iñaki dijo...

Aora ya si puedo....
La verdad eske este ultimo texto em a sorprendido... Mas k nada porke yo, mas o menos el año pasado, eskrbi uno kasiidentiko. Utilice tambien kolores komo metafora, i lo mismo de la eleccion para determinar a aquellos espiritus libre, komo esta niña... Es esta similitud la k me llama la atencion... ¿Komo es posible ke dos personas ke no se konocen de nada, intentando krear algo original, llegan a utilizar el mismo rekurso? Siento no poder enseñarte mi obra, ya que se la regale a un maisu de mi ikastola y dudo ke le vuelva a ver alguna vez... Pero es igualmente kurioso, muy kurioso XD
Es una buena kritika ala situacion k no es solo politika, ya k esta postura, komo yo defino en mi web nihilista, la estamos adoptando en todos los aspectos de la vida... Lo bueno k tienes eske tu mensaje llega mas facilo k el mio, por la forma de escribir, seguramente konsigas mas lektores k yo...
Y De nuevo otro giño A Nietzsche, parece k ati tambien te a influido.

Y finalmente, respecto a la llamada de ayer de Corte.... Me pillaste en un mal momento, estaba durmiendo i em pillo de imprevisto... La verad eske no me akuerdo de todo XD, no reakcione. (fue un poko putada, mi movil estaba en "muy alto" i despertaste ami ama, aita i erman@s, pero no pasa na).
Asi k eso, estare atento atus subidas!!!